Lloviendo está
Ayer comencé un libro, leí la primera página con la inquietud de imaginar una historia de las que se quedan para acompañar la vida, y hoy se cayó de mis manos.
Los sentimientos mejor a mano y la voz no tiene edad, como ruido de lluvia, una insinuación que se hace notar pero no se manifiesta.
Que tus grietas no tropiecen con mis olvidos, porque ese ir y venir agota, cansa y desgasta.
Todos somos de donde nos esperan menos el sueño que llega cuando ya no hay tiempo.
Balaustre:
Escuchar el pensamiento impropio que reprendió la risa