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YOLANDA VALENZUELA
@yovaro
dom 15 ene 2012
dom 15 ene 2012
Cuando aceptas la soledad, te llenas de ti mismo, me cuestiono si quienes desprecian la inexperiencia y descalifican la valentía de hacer camino vivieron el proceso a la inversa, tienen demasiado arraigado el precio que pagaron para sentarse en la silla que representan, que lo cobran a cada persona que de las cadenas hace alas y de las penas coraje y modos renovados de creer y actuar.
El sábado en la noche en el programa de Lola de la Vega que se transmite por azteca fue como invitada la Sra. Isabel Miranda de Wallace, quien estoicamente soportó y toleró cada uno de los insultos que la conductora en una hora de programa proliferó en su contra, además de solo llamarla reina, reinita, mi vida, querida, negándole la palabra más importante en la vida de todas las personas: el nombre propio.
Víctor Sánchez Baños como siempre habló desde sus complejos que evidencia cada mañana en el programa de Tele formula al no poder debatir inteligentemente los argumentos y razonamientos congruentes que siempre se imponen en la opinión de Don Eduardo Ruiz Healy. Otros conductores de radio que también participaron en el programa y no los nombro porque aunque se crean magnánimos y poderosos conmigo no han roto el anonimato.
Lo menos que le dijeron a Sra. Wallace fue idealista e ingenua, ofensa velada pero significado igual a tarada, y cada vez que se dijo ciudadana comprometida le respondieron que ahora obedecería a los intereses del partido que la acogió y no la dejaron hablar, mucho menos exponer una agenda de trabajo o propuestas.
Dicen que las mujeres cazamos en manada y Lola de la Vega lo hace cada vez que le dan la oportunidad, invadiendo con su protagonismo los tiempos de cualquier tema con: sus dos menores recién adoptadas, cada libro que publica, cada cirugía que se realiza o el último divorcio e impone su diabetes en cada programa, tratando de llenar el yo vacío que evidencia sus pérdidas y carencias de toda la vida.
Lola de la Vega necesita un programa para ella sola, que de vida a un monologo sin fin. Si en la vida necesitas descalificar, faltar el respeto, minimizar y ofender para sobresalir y destacar, queda claro que personalidad no alcanzaste, y además la vida te robó la espontaneidad como el asombro que permite conceder y reconocer la oportunidad que se rescata en la rebeldía y el intento.
La violencia es miedo e inseguridad y no entiendo ¿Por qué cuestionar con saña a quien juzgan una persona tarada? Es el periodismo sobreactuado de TV azteca.
P.D. El que con perspicacia reconoce la limitación de sus facultades, está muy cerca de llegar a la perfección. Goethe