martes, 27 de enero de 2015
Olvídame pero no me dejes
Olvídame pero no me dejes
Intenciones y actitudes que los vuelvo título porque no los comprendo hasta que los siento, leer con la emoción, no para entender sino para sentir.
Saltearse letras y omitir anécdotas, como malos días que se acumulan en el archivo muerto que nunca termina de morir.
Las letras brincan, y embonan la conclusión con el disparate, como encontrar el abrazo eterno en un día lluvioso y frío.
Balaustre:
No me sueltes nunca