¿A quien quieres más?
Envidiar lo que no provocas no es responsabilidad ajena.
Sentirse maltratada (o) y arrastrar el complejo para lastimar y rumiar con voz quedita, es la respuesta a tus cuestionamientos, eso hace la diferencia en los afectos de quienes todo escuchan.
Son los hechos y no las palabras lo que construye afinidad, frecuencia y gusto.
Decretar en discurso o en pergamino un producto, asunto, valores, ideas o amistad, no siempre se cumple.
Balaustre:
A la gente celosa y posesiva nadie la quiere