¿Recalentado?
Uno siempre extraña el recuerdo, lo que ya fue, pero, rara vez se antoja un recalentado.
Recalentar un olvido es echar a perder el buen sabor de un recuerdo, cuando lo hay.
A veces es una bendición que la gente no llegue, en esos huecos suceden eventos interesantes.
Balaustre:
Los apuros y las urgencias del mañana te llamo y al ratito vuelvo del ya nadie te espera