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EDITORIALES


Anudar el hallazgo


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(Iniciamos 366 historias)
08 de enero 2015

martes, 9 de agosto de 2011

La Heroìna de Pàtzcuaro

Mujer Independentista

María Gertrudis Bocanegra Mendoza  de Lazo de la vega, nació (1765 – 1818) en Pàtzcuaro Michoacán.

Mujer insurgente reconocida como: “La Heroína de Pátzcuaro”, luchadora social incansable que contribuyó a la independencia de nuestra patria, con su inquebrantable ideología libertaria, descendiente de  familia española dedicada al comercio y  recursos económicos necesarios para proporcionarle una vida cómoda.

Brillante, esmerada y estudiosa desde muy joven,  permitió que por sus manos  pasaran libros que la  inclinaron a los ideales libertarios, que más tarde aplicaría con valentía y patriotismo en defensa de los más legítimos intereses de la causa independentista.

Criolla de ideas liberales casada con un alférez de los ejércitos reales Pedro Lazo de la Vega y procrearon un hijo.   

Siempre activa al frente de la familia, se convirtió en eficaz e incansable correo insurgente de la región Pátzcuaro; logró con su capacidad organizar toda una red de comunicaciones con efectividad, discreción y agilidad que se requería para la lucha libertaria, papel que las mujeres jugaron con gran relevancia.

En lo cultural se había forjado  una elite con base humanística solida, profunda  y abierta a las corrientes modernas de inteligencia.
Gertrudis vive en la transición que se alcanzó a fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX:

a) Por un lado, un mundo colonial que se desmoronaba con gran rapidez por la enorme desigualdad social,

b) Como toda transición, un nuevo mundo que emergía lleno de sangre, aspiraciones y dolor, contagiado por las ideas libertarias que ya no admitían el coloniaje extranjero, el racismo y la esclavitud.

Simpatizante de las ideas de Independencia que se gestaron a principios del siglo XIX en la Nueva España, Gertrudis Bocanegra se mantuvo informada de todos los acontecimientos que, tanto en Europa como en la colonia vendrían a desencadenar la lucha libertaria.

Cuando Miguel Hidalgo y Costilla e Ignacio Allende proclamaron la Independencia en el pueblo de Dolores, el 16 de septiembre de 1810, al pasar la columna insurgente por Valladolid, rumbo a Guadalajara Gertrudis los convenció con razones y la gran pasión de su sentimiento de justicia para los mexicanos (criollos, mestizos e indios), les abrió los ojos y el alma; Así padre e hijo se unieron a los insurrectos y ambos partieron a la guerra.

Gertrudis no los volvió a ver, hijo y esposo, murieron en la lucha. Sin embargo, sabía que era una más de tantas mujeres que se encontraba en el mismo caso y lo de mayor significación, su amor por la libertad y su convicción independentista fueron más fuertes que su dolor.
La Heroína de Pàtzcuaro se incorporó a la fuerza insurgente y enviada a Pátzcuaro, en la dolorosa etapa del movimiento libertario que se resistía a abandonar la lucha por consolidar la nación mexicana.

Aprovechando sus cualidades de mando y el conocimiento del medio, su misión consistió, en organizar las fuerzas insurgentes:
Colaboró con la causa aportando noticias, dinero, víveres, municiones, armas y facilitó su casa para  llevar a cabo reuniones de los partidarios del movimiento.

Llevó durante tres años vida de  soldado. Buscaba recursos en los pueblos y haciendas, exhortaba a los campesinos e indígenas para unirse a la causa y atendía a los heridos.
Cooperó con la organización secreta "Los Guadalupes" organización secreta que apoyó a los insurgentes y se extendió como una verdadera red por varias ciudades antes llamadas (Villas) de la Nueva España: México, Veracruz, Valladolid/Morelia, Querétaro, Michoacán y  Puebla

Gertrudis fue denunciada  cuando un infiel sirviente, al que anteriormente le había salvado la vida, la traicionó y la denunció a sus enemigos.

La captura se llevó a cabo en su propia casa, llevándola presa y durante el proceso fue presionada y torturada para  denunciar a los insurgentes a quienes protegió con discreción y silencio quedando a salvo, demostrando una vez más   su singular valor y lealtad.
Para escarmiento de los conspiradores, Gertrudis fue sentenciada  a muerte.Sin permitir que el miedo la venciera en el último momento:

Segundos antes de morir dirigió unas palabras al pelotón de fusilamiento y personas que presenciaron su ejecución, para que se unieran a la causa de libertad.
Fue fusilada al pie de un fresno en la Plaza Mayor en  1818.

“El hombre que en su lecho último se acomoda para esperar la Muerte. Quiere tenerla, toda”.  Borges